En febrero de 2022, ocho personas que afirmaban ser descendientes del difunto sultán de Sulu, el sultán Jamalul Kiram II, recibieron un supuesto laudo final por valor de 14.920 millones de dólares en un procedimiento de arbitraje contra el Gobierno de Malasia. Dicho laudo fue dictado por el árbitro español Dr. Gonzalo Stampa.
El caso Sulu es un sofisticado abuso del proceso arbitral y del derecho internacional. Es un intento de pedir rescate a un Estado soberano, y la existencia continuada del laudo empaña la reputación del sistema de arbitraje, respetado en todo el mundo.
Malasia prosigue actualmente su batalla legal contra los demandantes de Sulu en toda Europa para garantizar que se anule el supuesto laudo final, que constituye el 16% del presupuesto anual del país. En junio de 2023, Malasia obtuvo victorias históricas en el Tribunal de Apelación de París y en el Tribunal de Apelación de La Haya, demostrando la naturaleza fundamentalmente errónea de la demanda Sulu y un claro paso hacia el colapso del caso.
En noviembre de 2023, los tribunales de París supervisaron la retirada de las medidas registradas por los demandantes sobre los edificios diplomáticos propiedad de Malasia en Francia. El juez de ejecución de París anula su anterior orden ex parte que autorizaba el registro de una hipoteca legal sobre estos edificios diplomáticos. El juez también hizo constar la retirada de los demandantes de los procedimientos que habían iniciado para embargar estos edificios diplomáticos.
El 22 de diciembre de 2023, el Juzgado de lo Penal español declaró al Dr. Stampa culpable de desacato al tribunal. La Sala de lo Penal ha condenado al Dr. Stampa a seis meses de prisión y a un año de inhabilitación para el ejercicio profesional como árbitro.
Con estas victorias consecutivas, Malasia avanza firmemente hacia la anulación completa del supuesto laudo final en Francia.